Esa mañana frente al espejo
definió todas las cosas.
Caminó los diez pasos de espaldas,
sus ojos vendados, el arma en las manos,
y llegado al punto final...dio la vuelta.
En gesto airoso de último triunfo,
aprieto el gatillo sin aviso a nada,
lo hizo antes, de forma engañadora,
con una sonrisa de sumo placer,
sabiendo que sobre sí cargaba
la victoria y la derrota;
porque al dar el disparo certero,
mató a la imagen que tenía frente al espejo,
y cayó al suelo,
mortalmente herido,
envuelto en su propia sangre.
El espejo totalmente intacto...sonrío...
Él había caído, en su propia trampa.
1 comentario:
Buscando una imagen de internet para adjuntar a un escrito vine a dar aquí. Estoy feliz, me encantas, de encantar, de cautivar, de hechizar como se hechiza con las palabras mágicas que plasmaste aquí. Saludos hermana de Luna, de esa Luna de luz y oscuridad, pero que siempre está en lo alto. Un abrazo en este Coven poético.
Publicar un comentario