Dos piedras ruedan

creyendo que la vida

es sólo eso

Simple

¿Qué quieres?

__Un beso

¿En dónde?

__Donde tú quieras

¿En toda tú?

__Sí,

nunca me ames... a medias.

Hear my prayer /Escucha mi oración

Me ha gustado mucho este tema, la letra, la música y la Voz, tan dulce de Moya Brennan. A ella la encontré recientemente, tiene el estilo musical de Enya, Loreena Mckennit, Kate Price, o Áine Minogue, todas voces y música genial; música que me inspira totalmente, y que escucho cuando quiero lograr algo bien profundo. Bueno, también están los grandes de la música clásica y por supuesto mi tan querido Jazz.

En estos días, tan especiales, me ha llegado este tema en particular, y lo quise compartir con ustedes, espero les agrade.

Abrazos para todos los que lleguen a este lugar. Mil gracias.





Hear my prayer

Bring me through the darkness,
hear my heart
Draw me in
On this bright, new morning

Here I am, stay with me
Never too late to forgive
Here I am, set me free
Sing Hallelujah

Angels walk with me
Guide me to the water's edge
Wash away my doubts, my fears
Lord, strengthen me and bring me back to you

Change my heart
With a gentle touch you change my world
Hold me close
Fill my life with beauty

Hear my voice, stay with me
Bring cool water to my lips
Hear my prayer, set me free
Sing Hallelujah

Angels walk with me
Guide me to the water's edge
Wash away my doubts, my fears
Lord, strengthen me and bring me back to you


Escucha mi Oración

Escucha mi Oración
Tráeme a través de esta oscuridad, escucha mi corazón
Hazme parte de esta brillante nueva mañana

Aquí estoy, quédate conmigo
Nunca es tarde para el perdón
Aquí estoy, hazme libre (libérame)
Canten Aleluya

Ángeles caminan conmigo
Me guían hacia la orilla del agua
Y lavan todas mis dudas, mis temores
Señor, fortaléceme y tráeme de regreso a ti

Cambia mi corazón
Con una suave caricia tu cambias mi mundo
Sostenme cerca

Llena mi vida de tu belleza
Escucha mi voz, quédate conmigo

Pon agua fresca en mis labios
Escucha mi oración, hazme libre (libérame)
Canten Aleluya

Ángeles caminan conmigo
Me guían hacia la orilla del agua
Y lavan todas mis dudas, mis temores
Señor, fortaléceme y tráeme de regreso a ti

Ángeles caminan conmigo
Me guían hacia la orilla del agua
Y lavan todas mis dudas, mis temores
Señor, fortaléceme y tráeme de regreso a ti

Mañana

Un día me iré, así sin decir nada,

no habrá un adiós, ni un último abrazo;

no dejaré un beso pegado en la ventana,

ni daré otra vuelta para dejar algún recuerdo.

Me iré. Tomaré lo poco de mí,

eso que apenas conoces, pero que te bastaba.

Pondré la música que escucho en una caja,

y esos libros que repito una y otra vez,

Sí... aquellos que aún,

no tienen escrito nada.

No dejaré dedicatoria en un papel,

menos un poema colgado,

en el cielo de la habitación.

Será de repente, como los rayos,

que iluminan y se van.

Así que si hoy quieres,

reten lo que puedas,

lo que quieras, lo que deseas,

si me anhelas.

Mañana, es posible...

Que ya no esté.

¿Qué les dirás?

Qué le dirás a la luna en tu noche,
y al sol que en la mañana te despierta.
Qué le responderás, al camino por el que avanzas,
y al laurel que te ve pasar.
Qué le dirás al viento que te roza la cara,
y al mar que te persigue con sus olas.
Qué le responderás a la montaña nevada,
y aquellas piedras que te encuentras al subir.
Qué le dirás a las flores silvestres,
a los frutos, que aún cuelgan de las ramas.
Qué le responderás a las estrellas que te observan.
Qué le dirás a mi corazón en la espera,
y a mis ojos cuando te miren frente a frente.
Qué le responderás a mis labios cuando te pregunten...

¿Me Amas?

¿Qué les dirás?

Casi Madre

Su pálido rostro infeliz,
denotaba su alegría más triste,
entre sus brazos acunaba a su hijo;
Le acariciaba la frente,
le daba besos en su cara,
en susurros le cantaba nanas,
y le mecía para hacerlo dormir;
mientras le ofrecía un pecho para alimentarlo.

Si tan sólo le hubiese dejado vivir,
hoy no tendría un sueño entre los brazos,
sólo un sueño terrible, en dolor,
acunado en su regazo,
en esa oscuridad,
del casi madre.

Trampa

Esa mañana frente al espejo

definió todas las cosas.

Caminó los diez pasos de espaldas,

sus ojos vendados, el arma en las manos,

y llegado al punto final...dio la vuelta.

En gesto airoso de último triunfo,

aprieto el gatillo sin aviso a nada,

lo hizo antes, de forma engañadora,

con una sonrisa de sumo placer,

sabiendo que sobre sí cargaba

la victoria y la derrota;

porque al dar el disparo certero,

mató a la imagen que tenía frente al espejo,

y cayó al suelo,

mortalmente herido,

envuelto en su propia sangre.

El espejo totalmente intacto...sonrío...

Él había caído, en su propia trampa.

Toma mi cara entre tus manos
bésame la frente tantas veces
mis ojos, mi boca, mis manos
hasta que tus labios se pierdan en mi piel.
Abrazame y hazte enredadera en mi cuerpo
rodeame en cada espacio
ve trepando invertido, a revés y derecho,
adentrate por los rincones,
toma poder, de todo lo que ves.

Mi mente vaga por un lago oscuro y profundo,

Como un bote sobre sus negras aguas,

apenas mueve sus pensamientos

en cada movimiento de brazos,

que van avanzando, como pequeñas naves perdidas.

No hay motor, sólo manos,

que intentan estirar los esfuerzos,

que tratan de buscar una corriente para cruzarlo.

Quisiera decir tantas cosas olvidadas,

algunas persisten en la punta de mi lengua,

atadas como piedras en la orilla

del precipicio de mi boca,

si las pronuncio caigo al vacío,

y si las callo,

se ahogan dentro de este lago,

que las mantendrá

en la oscuridad de sus aguas...

Y junto a ellas

todo mi ser flotando.

Mediodía

Se congelaba,
el frío agrietaba su piel,
se enrojecían sus manos,
se fueron amoratando sus pies.
Se frotaba para darse calor,
pero seguía helándose la sangre,
una parálisis subió por sus piernas
mientras su boca, tiritaba.
Azul se pusieron sus labios
y en hipotermia se fue durmiendo.

Sentada a pleno sol de mediodía
se iba muriendo sentada en la ventana
con el alma congelada y sin calor.

Misterio

Caen los cristales y se rompen

al recogerlos cuchillas se incrustan en los dedos,

la palma sangrante duele y palpita

se contraen los ojos y una lágrima asoma;

Todo el cuerpo acusa ese punzón lacerante

dentro, se muelen los vidrios como astillas

dejando huella roja brotando

Envuelvo la mano con cuidado en una gasa

no si antes haber lavado esa herida que punza

con alcohol desinfectando toda el área

junto a un calmante que aliviara todo el dolor.

Y entonces...

¿Por qué me sangra el corazón?

No sé

No sé...

cómo te explico,

cómo decir lo que se siente,

las sensaciones son fuertes,

que a veces,

ni las palabras alcanzan.

Es necesario más para decirlo;

El tacto, la boca, la mirada,

es necesaria la piel, el sonido,

la voz,

para decir de alguna forma clara,

todo lo que siento,

y me haces sentir.

¿Cómo te explico?

...No sé...

Anouna

¿Sugestión?

Después de aquel inesperado y aterrador terremoto, quedé sugestionadamente temblorosa; Me tiemblan las manos, la boca, tiemblan mis piernas; Mis pensamientos se vuelven seistas, mi alma, mis penas, las alegrías todas, incluso las palabras. El borde de mi falda tiembla, y la silla donde estoy sentada.

¿La silla?

¡¡¿La silla?!!

...ENTONCES...

¡¡ESTÁ TEMBLANDO!!

Sin silencios

Todos los silencios se fueron
con el sonido de las bocas
con el crujir de los dientes
con el sabor a sudor
La caricia de las manos
las gotas cayendo
el río flotando
con el aliento entre cortado
con el jadeo continuo
el gemido tendido
el susurro esmerado
con el crepitar de las pieles
y el roce de los cuerpos

Se fueron los silencios...Todos
Con el dulce despertar...del Amor.

Anouna

Olvidar

Quiero soltar las amarras
soltar las cadenas
soltar los dolores
aliviar la carga
desprender las esperas
cerrar esos silencios
olvidar los suspiros
sobre todo...olvidar los suspiros.

Anouna

Cambios

El día estaba claro
y luminoso;
De pronto,
una nube gris
lo cubrió todo.

Definitivamente
hay días,

más tristes...
que otros.

Anouna

Instante de sombra, sombrío

Lamento, grito largo, hilo perdido;
Negro vagando por calles sin luz
enagua sangrante sobre balcones marchitos
agua corriendo por las laderas
beso en la penumbra sin saliva
cuencas sonoras de lágrimas silentes
manos que escarban entre macetas
sin flores de colores, uñas con tierra.

Frutas invertidas, juegos sin verano
longevidad en las sienes mentales
residuos de enjambres brotando
entre olas sin destino ni puerto.
Tú, caminas por otra vereda
mientras te cruza la sombra
que lleva a cuestas un cuerpo
apagado y lleno de lamentos,

Y tú, no te diste ni cuenta.


Anouna

Un Violín

Un violín canta notas azules
¿Debieran ser blancas o negras?
¿Debieran ser acaso grises?
ya no importa su color, sino su canto en tensión

Recoge entre sus cuerdas los amores sin tiempo
y corona de melodías, besos acompasados por relojes perdidos
reune en sonidos los latidos de dos corazones
envuelve su arco y se tensa la vida misma en el instante
que se tocan la fibra de piel y madera

Parece una mano acariciando la espalda
pero es más que fricción de notas cabalgando
es el aire que flota entre dos cuerpos
suaves, eternos y sin voz.

Anouna

Tu mano

Tu mano, paz
La caricia que asoma en plenitud, calma
El perfume que emana entre los dedos, quietud
El roce de la palma que se anhela, deseo

Tu mano, fortaleza
Atrae el calor hacia las mejillas, en espera
Generosidad suave, mano extendida
Momento pleno, dormir en tu caricia

Tu mano sostiene, mis ojos cerrados.

Anouna

Escribió de si misma
Escribió de otros
Escribió de tantos
Que se acabaron las historias
Que comenzó a relatar cuentos
Que inventó otros mundos
Que soñó otras vidas
Y camino por laberintos
Hizo huellas donde no había pisadas
Fundó cielo, y bajo a otro infierno
Apareció por lugares nunca antes vistos
Y visitó tantas calles sin nombres
Finalmente cuando encontró en una pared un espejo
Comenzó nuevamente a escribir de ella misma
Y todo volvió a ser
Contado otra vez.

Anouna

Codicia

Probó la fruta prohibida
No, no la del huerto de la vida
Sino la de la muerte, como el cuento
Aquella que fue concebida en la envidia
Esa que fue otorgada con un fin
La de hacerla dormir eternamente
Por su propia inocente codicia
De morder la fruta sin preguntar quien la ofrecía
Y cayó en la trampa más antigua
Esa que se hace una misma
Cuando muerde la fruta
Que nunca debió morder.

Anouna

De tus ojos

Y de tus ojos brotó una lluvia inesperada;
Fue tanta que hizo ríos entre las miradas
nadamos sobre cada gota que fluía
y nos ahogamos de tanto mirarnos
y de tanta agua vertida
como un dolor que no se explica
como si fuera llanto de agua
y no fue más que otro océano emergiendo
ahí donde nos hicimos a la mar
y nadie más nos halló.

Anouna